Peronismo, arte y propaganda
El
pasado jueves 31 de marzo, en el marco de la muestra “Homenaje al
pensamiento y al Compromiso Nacional”, se llevó a cabo una conferencia
en honor a Ricardo Carpani. Detrás del micrófono estuvo el artista
Daniel Santoro junto a dos moderadores; y salvo unos pocos curiosos, en
el público primaron la juventud peronista, artistas oficialistas y
simpatizantes K.
La exposición que funciona desde el 15 de
marzo hasta el 10 de abril en el Palais de Glace fue creada y realizada
por Enrique Albistur, ex secretario de Medios de la Nación. Según
él, se trata de un proyecto que busca recorrer y recuperar del olvido
la vida y obra de las personas que pensaron y lucharon por un proyecto
nacional. Entre ellos: Perón, Evita y Kirchner. Dentro de la muestra se
realiza una proyección de películas y un ciclo de charlas y debates;
los juegos interactivos que hay en el piso superior y la decoración del
lugar a lo “pop art” merecen un párrafo aparte.
Ricardo
Carpani fue homenajeado por su militancia desde el arte, como un
artista que lo pensó desde lo local y no se adhirió a los movimientos
artísticos de Europa. Parece coherente entonces que el encargado de
honrarlo haya sido Daniel Santoro pues en sus creaciones abundan los
contenidos peronistas, y no se pueden encuadrar dentro de ninguna de las
tendencias existentes.
Santoro llena sus obras de simbolismo.
Junto a la temática peronista se suelen encontrar referencias a la
cultura china, los escritos de los pitagóricos y la cábala; todos estos
elementos le sirven a el para reflejar la falta de doctrina del
peronismo. “El peronismo tiene una infinidad de cuentas pendientes, y
una de esas es no autodefinirse”, sentenció.
El avión Pulqui, el auto justicialista y
la heladera Siam, son algunos de los objetos que hay en su iconografía;
pero es la imagen de Evita la que tiene el rol icónico más importante.
El
artista comparó en la conferencia a Perón con Dios, porque para el
“Perón no es íconizable. No hay un ícono de Dios, siempre los íconos son
de figuras mediadoras”. Luego, agregó que, “el icono de Perón se nos
escapa. Si decimos Perón no vamos a tener en la cabeza todos al mismo
Perón, en cambio si decimos Eva Perón más o menos vamos a tener todos la
misma idea. Evita es un ícono político universal como el Che Guevara”.
En los cuadros de Santoro a Evita se la suele ver de dos formas
distintas, “hay una Eva que castiga y una Eva que amamanta. Siempre en
el mito de Eva Perón están las dos posibilidades, la Eva terrible y la Eva
madre protectora”. Por eso, para él “el peronismo logró humanizar la
propaganda política”, a diferencia de por ejemplo el fascismo y el
nazismo.
La
mayoría del público peronista estaba orgulloso del proyecto, aunque
coincidían en que no se imaginaban a “algunas de las personas que
estaban en la exposición en el tren Sarmiento”, como alguien escribió en
el libro de comentarios que había habilitado en el lugar. También en el
mismo, curiosos y algún que otro peronista con más autocrítica,
reconocieron que la muestra les dejaba una “sensación de difusión
política muy fuerte”.
Lejos de la propaganda peronista
"humanizada" que describió Santoro, en el piso superior del Palais de
Glace se podían realizar actividades interactivas: “Hoy como ayer deben
ser los gorilas deben ser. Dame una mano, dame la otra, dame un gorila
que lo hago pelota”, rezaba el letrero que invitaba a un juego en el que
había un gorila en una pantalla gigante y los jugadores debían
acertarle con pelotas de plástico. El jueves el contador del juego
decía: “Somos 21955 los que no queremos gorilas cerca”, y una niña muy
pequeña intentaba junto a sus padres llegar al número 22000. Otro de los
juegos interactivos consistía en un cuarto con un televisor, cuando el
visitante ingresaba, automáticamente la pantalla proyectaba su imagen y
comenzaban a caer bombas y bolas de fuego sobre ella que hacían alusión
a las bombas que cayeron el 16 de julio de 1955 en Plaza de Mayo. En
otro espacio era posible gracias a unos anteojos 3D “presenciar” el
último abrazo de Néstor y Cristina.
La
decoración del lugar era muy llamativa, los homenajeados tenían
secciones propias con sus imágenes y algunas frases y cifras destacadas
que los involucraban. El arte pop fue el estilo elegido, como un claro
intento de resaltar los intereses del pueblo y sus temáticas (por
ejemplo una gigantografía del equipo de futbol nacional con las caras de
varios de los honrados, Kirchner era el capitán y el Padre Mujica el
arquero). Además se utilizó el arte pop para seguir captando la atención
de los jóvenes que tienen un rol muy importante en varias partes de la
exposición y en las aspiraciones de los kirchneristas.
Fuente:http://cincoweb.uca.edu.ar/index.php/politicaeconomia/1-nota/136-peronismo-arte-y-propaganda
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